06 Jul Revuelto de Salicornia con Almejas
En esta receta, Lochi, nos cuenta:
Éste es como un revuelto de espárragos trigueros en cuanto a su textura. Lo que lo hace diferente es que éstos espárragos son de mar. Es una de las algas cuyo sabor a mar es de lo más discreto. Por ello es admitida por aquellos a quienes les resulta demasiado fuerte el sabor de las algas en general. Para aquellos quienes, como yo, les gustan todas, es un plato de lo más delicado.
Se me permitirá explicar la elaboración sin dar exactitud en la medida de los ingredientes, porque ni siquiera estaba en el programa y pasó como con otras elaboraciones improvisadas: Empiezas a disfrutar y se te va de las manos. xddd. Así fue como se hizo:
Ingredientes
- un culín de AOVE
- un par de dientes de ajo
- un culín de vino blanco
- una pizca de especias de algas comprar
- un puñado de salicornias frescas escurridas comprar
- unas almejas abiertas y huevos.
Elaboración:
- En una sarten (o en el wok), templamos el AOVE y sofreímos los ajos pelados y laminados.
- Añadimos la salicornia, y la salteamos.
- Agregamos el vino y dejamos reducir. Cuando esté listo agregamos y salteamos las almejas.
- Por último, añadimos los huevos batidos y cocinamos, sin dejar de revolver, hasta que estén al gusto. Fuera del fuego, añadimos la pizca de especias de algas.¡Y listo!, ¡A comer!
Consejos del autor
- Trabajamos siempre a fuego medio/lento. Si ponemos el ajo laminado en el aceite muy caliente y a fuego fuerte, se nos tostará y predominará en el plato, cuando se pretende que la protagonista sea la salicornia. Cuando la agreguemos sí lo subimos un poco, para que ésta dore más de lo que cueza. Va a terminar de cocer al reducir el vino.
- Una vez pongamos las almejas, hay que darles poco tiempo. Solo el preciso para mezclarse. Todas las conchas se encongen y se secan si las cocinamos más de lo preciso.
- Personalmente, me gustan los revueltos con el huevo poco hecho. Me gusta, además, añadir una cucharada de nata para cocinar cuando los bato para añadir cremosidad. Los demás prefirieron el huevo más hecho, así que prescindimos de la nata y se revolvió y revolvió, hasta quedar «sequitos».
- Éste plato no precisa ni pizca de sal. Si dosificamos bien el AOVE y no añadimos la nata, es un plato perfecto para una dieta hipocalórica, incluso si disociamos. Si no disociamos, podemos acompañarlo con un puñadito de éstos excelentes picos de algas.
Fuente: cocinoparati